Arquitectos: 3XN Architects Ubicación: Molde, Noruega Año Proyecto: 2012 Fotografías: Adam Mork
Área Proyecto: 5,800 m2 Contratista: Brødrende Røsand AS Ingeniero: Norconsult AS Paisaje: Municipalidad de Molde
La ciudad noruega, Molde, tiene sólo 25.000 habitantes, pero cada mes de julio las grandes estrellas del jazz y cerca de 100.000 entusiastas del jazz mundo acuden a la ciudad por el famoso festival internacional de jazz. En el diseño del nuevo centro cultural de la ciudad, el desafío que enfrentan los 3XN fue crear un edificio que fuera flexible y lo suficientemente robusto como para proporcionar un marco de referencia para la vida cultural en ambas escalas.
“Tiene que haber espacio para la celebración en este edificio, por dentro, encima de él y alrededor de él, y debe ser capaz de resistir el ser invadido por gente feliz todo el año”, afirma el Director de la Competencia y Socio de 3XN, Jan Ammundsen.
Situado en el centro de la ciudad y con vistas tanto a los fiordos como a las montañas, el centro cultural es un punto de encuentro obvio. Con un uso óptimo de cada metro cuadrado, 3XN ha creado un edificio que pueda funcionar para que 100.000 personas se reúnan para conciertos, festivales y obras de teatro.
La solución arquitectónica es una estructura en la que casi todas las superficies y espacios tienen más de una función. Junto con el techo, una escalera existente al lado del edificio constituyen un total de tres anfiteatros al aire libre, que en conjunto tienen capacidad para varios miles de espectadores. Durante el día la azotea ofrece un café con asientos al aire libre, una zona de recreo con espléndidas vistas y espacio de exposición para la galería del edificio.
“Plassen es una construcción compacta y casta, pero a travér de darle a la forma una serie de violaciones, hemos creado una diversidad en su expresión, lo que significa que es flexible y amplia, sin parecer muy grande”, explica Jan Ammundsen, quien ha hecho hincapié en que la construcción de casi 6000 m2 y sus tres plantas deben adaptarse a las propiedades relativamente pequeñas situadas a su alrededor.
El mismo granito brillante se utiliza en todas las superficies exteriores y dan al edificio una expresión brillante blanco y negro que durante la noche es contrastada por una cálida luz roja que sale del corazón del edificio; la sala de conciertos – en torno a la cual se distribuyen otras características, tales como una biblioteca, cafeterías, y espacio de exposición. El esquema de color cálido del interior se combina con los pisos de madera sólida y un montón de luz natural resultando en un ambiente amistoso e informal, lo que unido a las muchas entradas, hacen que el edificio parezca atractivo y accesible para todos.
“Se trata de un edificio que resuelve muchos desafíos, y eso nos da algo que he echado de menos durante mucho tiempo”, dice el director del Festival de Jazz, Jan Ole Otna. “En primer lugar, permite ofrecer al público y los artistas una experiencia mucho mejor, no sólo en cuanto a las salas de conciertos reales, sino que también por las áreas de actuación al aire libre que tienen una vista única de los fiordos, la ciudad y las montañas. En segundo lugar, el edificio conecta los dos distritos, creando un centro social para Molde “.
